Cómo hidratar la piel del cuerpo

Cómo hidratar la piel del cuerpo

Somos conscientes de que el frío del invierno seca y daña nuestra dermis. Pero, ¿sabes que el calor excesivo y el polen de la primavera son igual de perjudiciales? Eso es lo que vengo a explicarte en este artículo, en el que vamos a ver cómo hidratar la piel del cuerpo para que no se deteriore.

Encima, en estos momentos de entretiempo, los cambios bruscos de temperatura hacen que la piel se dañe por culpa de estas alteraciones constantes. Por ello, hay que tomar ciertas medidas de preocupación para evitar que ciertos problemas se produzcan en primer lugar.

Al mismo tiempo, apostar por ciertos productos cosméticos suele ser la mejor manera de lograr resultados rápidos y conseguir que se prolonguen en el tiempo. Además, ayuda a calmar las molestias y a reducir la presencia de heridas o molestias. Así que, sin más dilación, vamos a ver cuáles son estos métodos.

¿Por qué es importante mantener la nutrición de tu dermis?

Comencemos por lo básico. Si no sabes por qué el nivel de hidratación correcto es importante o no acabas de estar convencido de sus ventajas, en este primer apartado vamos a explicarlo. Sabiendo sus principales claves, sabrás solucionar mejor el problema de la falta de nutrición.

Cuando la cantidad de agua de nuestro organismo es correcta, el cuerpo está en mejor estado. Esto también ocurre en el caso de la piel. De entrada, porque cuando está sana, también se mantiene más elástica. Esto le ayuda a hacer frente a los desgarros y a otras situaciones similares.

Asimismo, el nivel de nutrición ayuda a conservar la película hidrolipídica, que sirve para proteger al cuerpo frente a las agresiones y los elementos provenientes del exterior. Por tanto, una buena hidratación ayuda a mantener tu piel sana, flexible y bonita.

¿Qué elementos influyen en esto?

En relación a los motivos por los que la piel puede perder hidratación, hay varios factores. El primero tiene que ver con las propias características de tu piel y su tendencia natural a secarse. Por supuesto, si padeces alergia o dermatitis, tendrás un riesgo elevado de que esto ocurra.

Por el lado contrario, si sueles acumular sebo, la grasa creará su propia barrera. Gracias a ella, evitarás que el agua de tu dermis se evapore tan rápido. En estos casos, tendrás que optar por tratamientos concretos, para que no te acabes generando mayor cantidad de acné.

Más allá de esto, la exposición prolongada al sol es muy dañina y también reduce el nivel de nutrición, porque hace que el agua se evapore. Mientras, hábitos nocivos como el tabaquismo o el uso de productos negativos también podrán acelerar este proceso.

Por último, los desórdenes hormonales y tu ritmo de vida tienen a su vez bastante peso, como iremos viendo. Tampoco pierdas de vista que, a medida que envejecemos, el cuerpo tiene una mayor tendencia a deshidratarse, así que con la edad es conveniente que adoptes más precauciones.

Los mejores remedios para prevenir

Para seguir un orden lógico, comenzamos por las soluciones idóneas para evitar que la sequedad se ocasione en primer lugar. En general son guías fáciles de seguir y que, además, te aportarán otros muchos beneficios en tu vida.

De todas formas, te aconsejo que vayas incorporándolas poco a poco para que no te agobies, porque intentar hacer muchos cambios de golpe suele ser abrumador y contraproducente. Tómate tu tiempo y no te agobies, que con constancia todo llega.

Bebe agua a diario

Sé que puede parecer básico, pero es el tipo de cosa tan obvia que a veces nos olvidamos de ella. Pero, como es lógico, para mantener tu piel bien nutrida es importante que bebas una cantidad de agua adecuada, en torno a dos litros diarios diarios.

Ojo, porque digo agua de manera consciente, ya que otras bebidas no sirven igual. Los zumos tienen demasiada cantidad de azúcar y las bebidas gaseosas también, mientras que el alcohol no hidrata y encima no es sano abusar de él.

Eso sí, las infusiones pueden ser de ayuda, ya que en esencia son agua y encima si las usas bien poseen otras muchas propiedades. En cualquier caso, ten siempre una botellita al lado porque somos en un 20% este líquido y tenemos que reponerlo a lo largo del día.

Ten una dieta equilibrada

Siguiendo esta línea, ser consciente de los alimentos que ingieres es importante. No te digo ni que los controles ni que te obsesiones, para nada. Simplemente consume una dosis adecuada de frutas y verduras, porque te aportarán las vitaminas necesarias.

En el lado contrario, evita los alimentos muy grasos o los precocinados, al igual que la bollería industrial, los fritos y los procesados. No hace falta que te prives para siempre, pero que sean ingestas puntuales y no una parte esencial de tu dieta.

Evita las sustancias nocivas

Más allá de ser consciente de los alimentos que consumes, hay otras sustancias que debes evitar. Del alcohol ya hemos hablado, pero quiero destacar que también reduce nuestros niveles de oxígeno en sangre y que hace que produzcamos menos colágeno.

Además, tiene en común con el tabaco que ambos aceleran el envejecimiento de la dermis. En el caso de la nicotina, esto se debe a que hace que los vasos sanguíneos se vuelvan más pequeños, lo cual lleva a acelerar el estrés oxidativo, lo cual es perjudicial.

Duerme ocho horas diarias

Dentro del ritmo de vida saludable, el sueño es el gran olvidado. Y esto es un error, porque dormir mal tiene consecuencias como que nos salgan bolsas o se oscurezcan las bolsas. La razón es que el cuerpo se recupera mientras descansamos, y esto por supuesto también afecta a la piel.

Ten cuidado con los rayos del sol

Cerrando este bloque vamos con un consejo que tiene que ver directamente con la piel. Como ya sabrás, aunque el sol es agradable y muy beneficioso, también esconde peligros. Si nos exponemos a sus rayos de forma prolongada nos podemos quemar, pueden salirnos manchitas o incluso enfermedades más graves como cáncer de piel.

Para evitar el lado negativo es necesario que uses un factor de protección de SPF 50+, sobre todo si vas a estar mucho tiempo en el exterior. Eso sí, ten claro que es necesario aplicarlo (de manera homogénea en todas las áreas expuestas) media hora antes de salir y volver a echarlo cada dos horas.

Los cosméticos perfectos para cuidarte

Ahora que ha quedado claro qué pautas seguir para evitar que la piel se deshidrate, vamos a hacer un repaso por los principales tratamientos cosméticos que te ayudarán a conseguir un nivel de nutrición adecuado en todo momento.

Limpia tu dermis a diario

Con el paso de las horas, es inevitable que la piel vaya acumulando distintas partículas, ya sean de suciedad (lo cual incluye contaminación, polvo…), de polen, de sebo o de sudor. Esto dota al cutis de un aspecto rugoso, apagado e incluso algo abultado.

Para librar al cuerpo de estas imperfecciones, hay dos cosas que puedes hacer. La primera consiste en limpiarla tanto cuando la notes mal y te moleste como, sobre todo, antes de irte a dormir, para dejar que los poros respiren.

Con un poquito de agua templada y jabón suave será suficiente para tratar aquellas áreas sudorosas o que han estado más expuestas. Salvo en el rostro, en especial si te has maquillado. Para la cara es mejor que apuestes por un buen agua micelar.

Con hacerlo una vez al día o en ocasiones clave (como después de hacer ejercicio) será suficiente, porque un exceso de higiene tiene el efecto contrario, pues acaba dañando la barrera de protección natural de la epidermis.

Realiza exfoliaciones semanales

La otra manera de limpiar la dermis es mediante una exfoliación. Pero es que este método, además de eliminar las partículas acumuladas y de acabar con las pieles muertas, tiene otros muchos beneficiosos interesantes.

Para empezar, consigue promover la renovación celular, haciendo que surja una nueva capa de la piel más sana, tersa, lisa y uniforme. A su vez, permite que el resto de cosméticos penetren mejor, por lo que actuarán con mayor eficacia.

Sin embargo, de nuevo estamos ante un tratamiento del cual no se debe abusar, porque te va a irritar y dañar la piel porque es bastante agresivo. Esta también es la razón por la que debes tener cuidado con la frecuencia.

Por norma general, lo recomendado es realizarlo una vez a la semana como máximo y siempre después de la ducha. Pero, en caso de dermis sensible, puedes espaciar las sesiones hasta quince días. Por el contrario, si tienes exceso de sebo, hazlo cada cuatro o cinco días.

De todas formas, para evitar sustos, lo ideal es que hagas una pequeña prueba con el producto antes de aplicarlo, para ver si te genera alguna reacción. Del mismo modo, nunca, bajo ningún concepto, debes realizar una exfoliación sobre la dermis previamente dañada.

Masajea con aceites corporales

Ya entramos en el terreno de los cosméticos que sirven directamente para hidratar. Es el caso de los aceites corporales, que consiguen aumentar la flexibilidad de la piel gracias a que su textura líquida y sedosa permite que penetren a fondo en tu cuerpo.

La forma de utilizarlos es aplicarla sobre la piel previamente limpia a través de una ligera presión (que reactiva la circulación) y suaves movimientos circulares. De esta manera se asimilan mejor y no quedarán molestos restos después.

Hazte con una buena crema hidratante

He dejado para el final el producto estrella: las cremas hidratantes profesionales. Al fin y al cabo, han sido especialmente diseñadas con el objetivo de aportar nutrición a tu piel. Solo tendrás que seguir la misma pauta de los aceites esenciales y, en este caso, aumentar la frecuencia.

Para lograr aprovechar al máximo sus beneficios, usa las cremas hidratantes todos los días, a ser posible dos veces, una por la mañana y otra por la noche. Si lo haces así, lograrás que el cuerpo se mantenga hidratado a lo largo de toda la jornada.

En estos dos últimos casos, elije aquellos cosméticos de formulación natural en la que incluyan grandes humectantes. Si eres constante con su uso y sigues estos consejos sobre cómo hidratar la piel del cuerpo, estoy segura de que obtendrás grandes resultados.