Celulitis edematosa: ¿Qué es y cómo tratarla?
La celulitis adopta distintas formas y, en función a eso, adquiere determinadas características. Entre los diferentes tipos, la edematosa es la más frecuente en adolescentes y embarazadas, pero… ¿qué es exactamente y cómo puedes tratarla para que desaparezca?
También denominada como lipodistrofia ginecoide, se trata de una afección cutánea que se manifiesta a través de bultitos de distinto tamaño que salen en el interior de la epidermis, haciendo que nuestra piel adopte un aspecto irregular y abultado que recuerda a la cáscara de la naranja.
Como seguramente ya sepas, se trata de un problema completamente estético que no entraña ningún peligro para nuestra salud. Es decir, que no suele ser doloroso ni viene asociado a otras dolencias más graves, aunque sí puede indicarnos que conviene adoptar ciertas pautas saludables.
Además, se da con mucha frecuencia entre las mujeres. El gran inconveniente es que es muy complicada de tratar. Por eso, conviene reconocer el tipo de celulitis del que se trata, para que así podamos combatirla con mayor eficacia.
Todo lo que debes saber sobre la piel de naranja
Si quieres hacer frente a la celulitis, sea del tipo que sea, primero es importante que nos paremos a definir de qué se trata, cómo se produce y cuáles son las características propias de la edematosa y sus diferencias frente a las de otro tipo.
¿Qué es la celulitis?
La piel de naranja o celulitis es una acumulación de nódulos grasos en el interior de los tejidos subcutáneos. Pese a lo que pueda parecer, se trata de una alteración de la fibra muscular, que es lo que hace que nuestro cuerpo se note abultado a simple vista.
A pesar de ello, no suele ser algo doloroso cuando aparece, aunque sí puede llegar a ser molesto en determinados casos, cuando la piel se queda tan apelmazada que duele. A su vez, suele ser más frecuente en las zonas que acumulan más sebo o retienen líquidos, como los brazos, el estómago y el tren inferior.
¿Por qué se produce?
No existe un único motivo que desencadena la celulitis, pues se trata de un cúmulo de factores, que encima afectarán más a unas personas que a otras. Por eso es tan complicada de tratar, porque no siempre es fácil atacar directamente al culpable de su presencia.
En general, la herencia genética y los factores hormonales son clave. Este es el motivo de que la piel de naranja sea más frecuente en el caso de las mujeres, pues hasta el 80% de nosotras la llegaremos a padecer en algún punto de nuestra vida. También por esto, aparece casi siempre durante la adolescencia o el embarazo.
Otros elementos que hacen que se origine son nuestros hábitos, desde una mala alimentación en la que abusemos de ciertos productos perjudiciales hasta el sedentarismo. Todo lo que implique que acumulemos grasa estará ayudando a la celulitis. Por tanto, para combatirla tendrás que tomar ciertas medidas que en breves veremos.
¿Cuáles son los tipos que existen?
La celulitis puede ser localizada si solo surge en ciertas áreas o generalizada, si aparece de manera más o menos repartida por todo el cuerpo. Más allá de esto, encontramos tres tipos principales, que presentan características diferentes.
Por un lado, la dura es la menos visible, pues solo se manifiesta a través de durezas en la piel. Mientras, la blanda es todo lo contrario, ya que se nota mucho porque hace que la dermis se queda fofa y bastante flácida.
En cuanto a la que nos ocupa, la celulitis edematosa, está relacionada con problemas en nuestro sistema linfático. Dado que el cuerpo no consigue eliminar las toxinas con eficacia, se acumulan en el cuerpo a través de la retención de líquidos y de las agrupaciones de grasa.
¿Dónde aparece la edematosa y cuáles son sus síntomas?
El proceso que da lugar a la celulitis edematosa suele ser habitual durante momentos de alteraciones hormonales fuertes, como son la adolescencia, el embarazo y la menopausia. Además, los lugares más comunes en los que aparece son los muslos y las rodillas.
Como consecuencia, estas zonas del cuerpo lucen acolchadas e incluso gelatinosas, pues enseguida ceden a nuestra presión cuando tocamos la piel. También tiende a quedarse más blandita, algo que se nota cuando estamos en movimiento.
Respecto al resto de sus síntomas, algunos comunes son la sensación de pesadez en las piernas, los calambres (sobre todo cuando estamos en reposo), la hinchazón y el aumento del grosor de la epidermis en esas zonas, hasta el punto de que en casos extremos llega a deformarse.
Por desgracia, todo esto también puede ocasionar ciertos dolores y molestias, e incluso hacer que perdamos parcial o totalmente la sensibilidad en las áreas afectadas.
Los mejores remedios para combatir la celulitis edematosa
Ahora sí, vamos a profundizar en todas las técnicas que existen para ponerle freno con eficacia a la piel de naranja acolchada. Como existen distintos métodos, vamos a dividirlos en diferentes bloques y a seleccionar las soluciones más interesantes dentro de cada uno.
Modifica tu alimentación
Puede parecer obvio, pero ser conscientes de lo que comemos es muy beneficioso. No te hablo de hacer dietas o de obsesionarte con tu alimentación. Al contrario, pues lo mejor es simplemente seguir pequeñas pautas que nos ayuden a comer mejor sin dejar de disfrutar en el proceso.
De entrada, es indispensable que bebas mucha agua. Como es posible que ya sepas, una correcta hidratación ayuda a que la dermis se mantenga elástica y no se rompa o abulte tanto, entre otros muchos beneficios.
A su vez, las infusiones depurativas te vendrán estupendamente para eliminar toxinas y evitar la acumulación de líquidos. Con este objetivo, evita abusar de la sal y deja de lado las bebidas gaseosas.
Tampoco conviene que consumas bollería industrial, un exceso de carbohidratos o productos muy grasos, porque solo fomentarán que se produzcan más cúmulos de sebo.
En el lado contrario de la balanza, las frutas, las verduras y las legumbres son esenciales. Además, los alimentos bajos en grasa te ayudarán a complementar tu dieta diaria sin que te prives de casi nada.
Realiza deporte frecuente
No podía ser de otra manera. Nos guste más o menos, el deporte es una de las mejores vías para cuidarnos. Eso incluye la dermis, pues consigue que se mantenga elástica y que recupere firmeza, algo que viene muy bien para combatir la flacidez de este tipo de celulitis.
En este caso, son preferibles los ejercicios de intensidad moderada, como pueden ser los largos paseos, la natación o montar en bicicleta. El motivo es que son los que más promueven la circulación sanguínea, que ya hemos visto que es clave en estos casos.
Como también es necesario tonificar, combina estas tareas con algunos ejercicios de fuerza especialmente centrados en el tren inferior, ya sea mediante repeticiones o utilizando peso.
Recuerda que nada de esto te será de utilidad si lo haces de forma esporádica. Para que los efectos se noten, muévete un poco todos los días, aunque sea un ratito.
Apuesta por los tratamientos cosméticos
Las cremas cosméticas no podían faltar en este bloque. El motivo es que una crema anticelulítica de calidad será lo que nos ofrezca los mejores resultados en menos tiempo. Solo tienes que elegir un producto con ingredientes naturales y de calidad y emplearlo a diario, mejor si es dos veces al día.
Evita las sustancias irritantes y nocivas, como los parabenos o un exceso de conservantes. Además, busca aquellas sustancias calmantes, nutritivas y que ayuden a quemar grasa y eliminar toxinas. A su vez, para reactivar el flujo sanguíneo, aplica el producto ejerciendo una ligera presión.
Complementa este tratamiento principal con exfoliaciones semanales, que permitirán que esta crema actúe con más potencia al mismo tiempo que renueva la dermis, hasta conseguir que salga una nueva capa más lisa, uniforme y libre de imperfecciones.
Tampoco está de más que te des de vez en cuando masajes en las áreas con piel de naranja con aceites esenciales. Mejor hazlo por la tarde, que es cuando zonas como las piernas estarán más hinchadas.
Y, sobre todo, aplica gel de aloe vera sobre las zonas afectadas, pues tiene muchos beneficios a la piel y ofrece un inmediato efecto calmante que resulta la mar de agradable.
Otros consejos beneficiosos
Por último, vamos a repasar algunas técnicas que sirven más para prevenir que para eliminar. Por ejemplo, aquellas soluciones que consiguen que el flujo sanguíneo sea más fluido son muy beneficiosas en estos casos.
Tanto apostar por el agua fría cuando te duches como evitar estar demasiado tiempo en la misma postura (en especial, si implica estar con las piernas cruzadas) te ayudarán a conseguir que la sangre fluya sin problemas. En esta línea, será mejor que evites las prendas muy ceñidas.
Dado que el estrés también influye en la aparición de piel de naranja, sobre todo porque muchas veces se relaciona el agobio con los cambios hormonales y los problemas del sistema linfático, intenta estar relajada. El ejercicio te ayudará a conseguirlo, al igual que las infusiones como la tila, prácticas como el yoga y la ayuda profesional si lo consideras necesario.
Llegados a este punto, espero que ya sepas qué es la celulitis edematosa y cómo tratarla para conseguir que se suavice y que no te genere muchos problemas.